"Me sobra Esperanza..."

Un madrileño cualquiera.

martes, 10 de febrero de 2009

OTRA HISTORIA SOBRE DORADOS E IMPOSIBLES (segunda parte)

Rod y Oda, perdidos ya en el bosque decidieron parar. Decidieron decidir que estaban solos, que nadie les perseguiría si ellos dejaban de escapar. Se sentaron. Se miraron. Ahora ya sabían que si salían de esta deberían editar la versión 2.0 del diccionario Kangranés. Deberían añadir una nueva palabra. Algo que significara lo siguiente:
1. Dícese de lo que Rod y Oda sintieron en un determinado momento de su existencia. 2. Acción y efecto de lo que Rod y Oda sintieron. 3. Aquello que te hace correr como un panoli sin tener ni puñetera idea de hacia donde vas.

Y como de cosas imposibles se trataba, Rod y Oda instauraron un sistema de reciprocidad generalizada (RG en adelante). Este sistema todavía no descubierto en el Valle de Kangra fue una invención que todavía hoy me da miedo contar. En un sistema de RG alguien da a otra persona algo en concreto y no espera nada inmediato a cambio. Tal barbaridad conduce incluso a la desaparición de la palabra “gracias”. Expresar gratitud entre Rod y Oda o entre cualquier otro miembro imaginario de su nueva sociedad-fundación (New Society Foundation) sería desconsiderado porque implicaría que ese acto de compartir es inusual, es decir, expresaría sorpresa por la generosidad de la otra persona.
En aquel tiempo, en el que todavía no había nacido Darwin, se insinuaba una mutación instantánea en la que la generosidad formara parte de la naturaleza de las personas, es decir, dicha palabra se desdefiniría del diccionario kangranés. Unas van y otras vienen, la vida oculta de las palabrotras. Por suerte, tal aberración nunca se dio en el código genético de los Kangraneses.

Pasaron varios segundos, quizá minutos. Rod y Oda habían sido felices durante todo ese tiempo, para que luego digan que la felicidad son sólo momentos. A lo lejos, entre los árboles, se oían las luces de las linternas y se dejaban ver los ladridos de los perros. Los dos jóvenes kangraneses pensaron que había llegado el momento de resolver la ecuación que habría de llevarles a aquel lugar legendario y mitológico que todos estais esperando.


Rod&Oda, abrazados hasta la asfixia, se miraron al espejo del río que daba forma al Valle de Kangra y atrevasaba el bosque por su mitad, se vieron reflejados. La imagen espectral de ambos sobre el agua les había enseñado lo que todos ansiamos, El doRadO.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Este si que es tuyo, muy malo y cursi. Dedícate a ecuaciones y limítate a eso por favor.

expeatón dijo...

Te echaba de menos.

Clarisa Vitantonio dijo...

Que bueno verte por aquí otra vez!!!

Espero que ahora con tiempo no nos abandones, y nos des más de esto.

Abrazos
Clarisa

Giovanni-Collazos dijo...

Muy bueno lo escrito. Me gusta la historia... no tardes mucho en volver a escribir.

Un saludo.

Gio.