"Me sobra Esperanza..."

Un madrileño cualquiera.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Autorretrato

AUTORRETRATO
10 frases que no me describen, aunque al menos lo intentan.


1.Que decir de mí que yo no sepa…pues casi todo.

2.Paso mis días perdido entre pensamientos, algunos no se parecen en nada a lo que pienso y otros salen de donde no pensaba.

3.A cada segundo soy y luego...sigo siendo, no me queda más remedio.

4.Eso sí, me definiría como un ser capaz de autodefinirse.

5.Soy vital y entusiasta para hacer cosas tanto como para dejar de hacerlas.

6.Podría hablar de lo que he hecho en el pasado, porque lo que soy, todavía está sin terminar.

7.Si hago algo que se parece a lo que debería hacer, empiezo a pensar que algo va mal.

8.Cuando pienso demasiado, empiezo a hacer lo que no debería.

9.

10.Odio hablar de mi mismo, aunque creo que con 10 frases me quedo corto.

Por qué escribo

Por qué escribo

Ya, yo diría mejor por qué coño escribo, claro que si lo supiese ya habría terminado, como no tengo ni idea sigo tatuando árboles, total, no tienen sistema nervioso.

Bueno, si te dijera que escribo porque me sale de los huevos dirías que mis modales son torpes…y me preguntarías por qué escribo siendo tan maleducado.

Escribo porque hay veces que no me cabe, hay veces que escribo para acabar con todo, como dice Bryce, y hay veces que acabo con todo y finalmente no escribo nada.

A lo mejor para no estar, a veces; a veces para ver el dibujo de un colgao hecho con palabras.

A veces porque me lo mandan, y otras porque me mando creerme poeta, o escritor que tiene más ímpetu.

A veces porque estoy demasiado y me quiero pirar, a veces para que me vean, otras para verme yo.

Como decía en su tiempo Rilke y en el mío Giusseppe, aquí todo vale, así que escribo para saber si lo mío también, vale.

Cuerdas de gritos


Agarrado a las cuerdas de gritos,
Las que se anudan al arnés de mis susurros,
Me alzo.

Trepo por tus recuerdos de azúcar
Y te voy construyendo,
Te imagino,
Te invento a partir de las partículas más elementales,
Las que todavía no saben morir,
Las que dan lugar a tus átomos, de otoño,
Que forman aquellas moléculas, rosas…
Que dan lugar a células, profundas…
Que hacen posible tu tejido, deseo…
Que dan vida a tus labios, tuyos…
Que redactan tu sonrisa entre la rima
Consonante,
De tus ojos,
Con los míos.

Y a veces,
Cuando llega la hora del desatino,
Las rimas se confunden,
Mis consonantes se vuelven ceguera,
Me desplomo, me bajo,
Colgado.

Los gritos de la cuerda me queman los dedos,
Me los mojo con la sal de tus lágrimas
Y entonces,
Sólo entonces,
Me tapo los oídos
Para hacerme invisible.



(10-12-2007)

Rebelión

REBELIÓN

Capitanes letronios
Y soldados fraseantes,
Reyes palabretones y
Nobles gramatibulados.
Llamados, bramados
Y vociferados,
Todos, a la rebelión de las palabras.
En una unión sin parangón,
Con pasión
Y sin compasión,
Con Quintilán y despolón!!…
Destrucción…
Desde Tramacaleón hasta Pingarón…
Desolación…
Por Forfalusón con yasterquitán,
Oh…traición!!!

Y de pronto…
Víctimas sabáticas
Mántados y pértinos,
Por Vármulas y por atémporas,
Con Tránsfugas cíclicos.

Contra Cónguetas carbónicas
sobre ñásputras tísicas,
Junto a Dixtrényicas linoléicas,
Vértices ertrónices
Y cáspitas cuadrículas.

Misiva

Muy señores míos,

Les remito esta misiva que tiene como principal función agradecerles la calidad de su información, siempre puntual. Todas las mañanas recojo su periódico delante de la puerta de la casa del banco y a continuación despliego sus aproximadamente setenta páginas de sinceridad sobre la mesa de la cocina del banco. Es en este momento cuando comienzo un fantástico viaje por la información más veraz y exacta a la que un insignificante ciudadano como yo ni siquiera soñaría con acceder.

Les envío mis felicitaciones por crear ese clima de confusión y crispación que tanto nos alegra el aperitivo de cada día y nos lleva a sacar el odio más profundo que todos llevamos dentro.

Les traspaso con esta carta mi más sincero agradecimiento por hacer de puente entre las clases dirigentes y el pueblo, suministrándonos sus deseos y peticiones, que nosotros intentamos cumplir en la medida en que nuestra pobre pero buena educación nos permite.

Les agradezco abiertamente que no nos comenten nada de las penosas situaciones que se dan a diario en ciertos lugares olvidados, donde además de no conocer a nadie, no existe ningún bien que nos podamos llevar consigo para alegrar un poco más, nuestra tan dichosa existencia. Gracias por no hablarme de Eritrea, de Sierra Leona o de Timor Oriental, de los estúpidos e inadaptados indígenas, de la cantidad de muertos del violento-terrorista pueblo palestino, de la casi extinguida lacra kurda, y de un largo etcétera de etnias que no han sabido adaptarse al entorno tan brillantemente como lo hemos hecho nosotros.

Les envío mi más ferviente admiración ante tan majestuosa capacidad de mantener al pueblo engañado, haciéndole creer, siempre con la honorable intención de aumentar nuestra felicidad, que son los estados y no las empresas las que dominan a las sociedades. Les ofrezco mi más sincera gratitud por ofrecernos el capitalismo y el consumismo como única forma de vida, ahorrándonos el penoso ejercicio de decidir por nosotros mismos.

Espero que todos sigamos siendo tan felices como hasta ahora, en caso de que no ser así, les ruego aumenten la sección de deportes, para que podamos disfrutar con las victorias de nuestro más querido amigo Rafael Nadal (el año pasado ponía Fernando Alonso) y les insto a su vez, a crear un coleccionable dominical de libre distribución con una caja de Prozac por semana...Just in case.

Muchas gracias.

Ruta Quilotoa (1ª parte)

Habìamos guardado para el final uno de esos fines de semana que prometían. En linea recta no hay más de 50 km desde el lugar donde vivimos hasta el corazón de la excursión, la Laguna Quilotoa.

Empredimos viaje un viernes más, tal y como veníamos haciendo estos 3 meses. Con las prisas del querer "llegar de día" era habitual olvidar algo, ese viernes olvidamos sacar dinero del cajero. Alrededor de las 19:00 horas, después de cenar tranquilamente y pagar con los restos del finde pasado nos acercamos a la terminal terrestre de Latacunga para sacar billete hasta Zumbahua. La cajera nos advierte que apenas quedan plazas y que el siguiente autobús sale a las 5 de la mañana, decidimos comprar y cuando vamos a pagar caemos en la cuenta de nuestro olvido, mientras decidimos qué hacer se venden el resto de plazas.

No queda opción, estamos obligados a pasar la noche en Latacunga y siguiendo la política de mínimo gasto nos alojamos en el hostal más barato; 7,5 dólares por noche en habitación doble, es decir, poco más de 2 euros por persona. Como era de esperar el hostal no defraudó, pasamos una noche horrible entre los gritos de los borrachos que venían de fiesta, las televisiones a todo volumen y la penosa cama en la que dormimos.

A primera hora volvimos a la terminal terrestre para volver a probar suerte, esta vez lo conseguimos. El viaje en autobús fue espectacular, atravesamos buena parte del páramo de la región del Cotopaxi, dejando a los lados la reserva ecológica de los Volcanes Ilinizas. Entre el traqueteo de la carretera y la habitual niebla matinal llegamos a nuestro destino.

Zumbahua es una aldea situada a 3.800m de altura, con una población de unos 12.000 habitantes. Ya nos habían advertido de la desconfianza y la poca amabilidad de los indigenas de esta zona de los Andes. El rechazo no tardó mucho en aparecer cuando una señora me lanzó un trozo de naranja mientras me las apañaba para hacer una foto a la camioneta de ganado más terrorífica que hemos podido observar jamás. Decenas de ovejas y alpacas (llamas de los Andes) apiladas en poco más de 3 metros cúbicos, axfisiandose literamente, deformados, atados con cuerdas y cadenas para poder caber en tan aparatoso transporte de una sola vez y ahorrar así, algunos dólares en combustible.